Las playas causan mucho más víctimas que la carretera este verano en la Costa Daurada. Las cantidades de ahogamientos, un récord negativo, sobrepasan a los fallecidos que dejan los accidentes de tráfico. Del 15 de junio al 1 de agosto, 11 personas en Tarragona perdieron la vida ahogadas, diez de ellas en las playas, una en piscina. Son datos de Protecció Civil.
En ese intervalo de tiempo, ocho personas han fallecido por incidente de circulación, según el recuento del Servei Català de Trànsit en el Camp de Tarragona y las Terres de l’Ebre. La comparación es clara. En la playa, los diez muertos del año en curso sobrepasan con creces los 2 que hubo en 2022, al estimar de mediados de junio a comienzos de agosto. La estadística de este verano mortal tresdobla la media de los últimos tiempos.
De enero hasta principios de agosto 24 personas han fallecido en las rutas tarraconenses. Los ahogados son prácticamente la mitad (11)
Otra analogía ilustradora: los decesos por ahogamiento son ya prácticamente la mitad (11) que las víctimas en la carretera (24) en lo que va de año. «Es un verano malísimo, llevamos unas cantidades muy superiores a las de algún otro año, y nos queda aún prácticamente un mes y medio», acepta sin paños inferiores Montse Font, jefe del servicio de administración de urgencias de Protecció Civil y responsable de la campaña de playas.
En la provincia, lo ocurrido en la Platja del Miracle, en Tarragona, con tres muertes en solamente un par de semanas, se transporta la palma, pero asimismo hubo hechos este verano con muertos en sitios como Cambrils, Salou, Cunit, Creixell, Altafulla o Torredembarra.
Calor, bastante sol... y bandera roja
Hay un aspecto clave, una casuística que se reitera en todas y cada una de las playas y que se da este año en contraste a otros: el estado del mar. «Lo que sucede lo achacamos a la coincidencia de días de bastante calor y sol con mala mar, y con corrientes marinas. Es un contraste: jornadas de calor, como pasó siempre y en todo momento, pero después varios días con banderas amarillas o aun rojas», apunta Font.
«Es un verano malísimo, con unas cantidades de ahogamientos superiores a las de algún otro año», acepta Montse Font, jefe de administración de urgencias de Protecció Civil
Manel Garcia, gerente de Altesport 2000 SL, una firma de servicios de salvamento y socorrismo que se encuentra en sitios como Cambrils, Roda de Berà o El Vendrell, enseña que «el año pasado hubo un 80% de días con banderas verdes, fue un año muy relajado, al paso que en este verano está habiendo muy escasas verdes, la mayor parte amarilla y ciertos días roja, por el hecho de que contamos un mar en peores condiciones».
Por eso, como señala Font, «no solo nos encontramos teniendo al ahogado frecuente, que es el mayor de 70 años, sino más bien asimismo a mucho más jóvenes, que son los mucho más valientes, los que se animan a bañarse con bandera amarilla y tienen la posibilidad de tener adversidades entonces por un exceso de seguridad». El 30% de los ahogados en la provincia tenían 40 años o menos. «Comunmente, se vincula mala mar con días anubarrados, aun con lluvia. Pero en esta ocasión no, y eso provoca que la multitud se logre confiar», aclara Font.
«Poseemos un mar en peores condiciones, con bandera amarilla la mayoría de días y ciertos roja», señala Manel Garcia, gerente de la compañía Altesport 2000 SL
Por eso varios bañistas se terminan observando sorprendidos frente a unas aguas que, por instantes, se vuelven bravas en algún punto o penetra una corriente traicionera. Esta semana, Aleix Font, coordinador de socorristas de Creu Roja en Tarragona, mencionaba a que «la variación en las presiones marítimas se volvió frecuente, lo que crea fuertes corrientes y un mar picado y también desequilibrado».
¿El cambio climático?
El origen de estas corrientes no se sabe, de momento, pero podría estar relacionado al calentamiento global del mundo. Font piensa que es una oportunidad, si bien hacen falta estudios para corroborarlo: «El Mediterráneo tiene unas temperaturas sobre lo común. En la otra punta del mar están habiendo unos incendios brutales. Podría ser que las temperaturas estuviesen mudando el oleaje, es una hipótesis».
Por eso un mar que, de entrada, es relajado, logre ocasionar sustos. «Comunmente el perfil del ahogado es nacional. En los días de sobra mala mar puedes hallar mucho más extranjeros como víctimas, no por el hecho de que no sean conocedoras de las reglas de las banderas, sino más bien pues tampoco se aguardan que el mar se logre girar de cuajo, tampoco conocen la playa, no aguardan que hay corrientes, o quizás es gente que viene de otros países que sí tienen olas mucho más enormes pero no tanta corriente».
Entre los debates libres es el ni caso que tienen la posibilidad de tener en algún instante particular ciertos turistas en el momento de bañarse en el momento en que está contraindicado. «Probablemente halla un desconocimiento del medio natural. Por poner un ejemplo, en el Cantábrico contamos olas de ocho metros y aquí bastante menos, pero puedes ingresar del mismo modo en una región donde el mar te puede arrastrar», señala Manel Garcia. En su compañía, acepta que «nos encontramos en la normalidad en lo que se refiere a actuaciones y rescates en relación a 2022» y hace alguna recomendación: «Lo primordial es no distanciarse de la costa y si lo haces, ir acompañado».
Al ahogado género de mucho más de 70 años se añade el del joven asombrado por fuertes corrientes
Otra cuestión abierta es de la necesidad de agrandar horarios de cobertura de la supervisión. Que haya servicio de socorrismo activo es una seguridad, más allá de que varios de los fallecimientos no se pudieron eludir en esas franjas. «Son garantías a fin de que el servicio de salve sea mucho más veloz y efectivo. Una cosa es tener 19 ahogados y la otra es ver, por poner un ejemplo, que se hicieron 200 rescates complicados, han salido bien y han salvado vidas», señala Font desde Protecció Civil. Manel Garcia admite que «el peligro cero jamás existe pero se puede reducir».
Desde Protecció Civil abogan por cambiar cada concejo sus pretensiones a los servicios. «Entre los inconvenientes es que los municipios sacan los concursos en el mes de enero, y en ocasiones a un par de años vista, y en ese instante se hace bien difícil comprender si vas a tener un verano bueno o malo... Y cada verano puede ser distinto, con muchas personas en la playa o poca...» , señala Font. La encargada de Protecció Civil solicita que «se ajusten al límite las pretensiones a la verdad de cada sitio, si bien en el final es una cuestión presupuestaria, como lo hizo en este momento Tarragona, con una contratación particular para agrandar el servicio». En el horizonte se muestra, además de esto, otro reto derivado que emprender derivado del cambio climático. «En sitios como la Costa Daurada el verano dura en este momento mucho más que antes. A lo largo de mucho más meses en el año va a hacer una temperatura que invite a bañarse. Quizás hay que poseerlo presente en el momento de planear las campañas, pues cada vez va a haber mucho más gente en las playas fuera de temporada, cuando menos a lo largo de los últimos días de la semana», concluye Font.
Si quieres conocer otros artículos parecidos a Más ahogados que muertos en las carreteras este verano en Tarragona puedes visitar la categoría Noticias.
Deja una respuesta
Entradas Relacionadas