el Gordo ya se vende

Comenzó a comercializarse hace solamente un mes, en la época de julio, y hay que la aguardaban con ganas. La Lotería de Navidad empezó a venderse «a buen ritmo» en las gestiones reusenses, que aguardan cuajar una campaña afín a la de 2022, y la localidad intenta revalidar su célebre idilio con la fortuna.

A lo largo del verano, «hay bastante trabajo por el hecho de que elaboramos todo cuanto llevamos a la región de costa, donde hay mucho más turismo que coge lotería como souvenir, a fin de que los establecimientos la expongan a la mayor brevedad», enseña Òscar Bausà, gestor de La Pastoreta. Y también señala que «hay escasos negocios que no la brinden y realmente pocas personas que no la terminen comprando. Es una tradición».

De manera directa a ventanilla, «asimismo vino gente a por ella. En ocasiones, son turistas que se aproximan desde Cambrils o Salou por el hecho de que les suena el nombre de Reus».

La temporada, como valora Bausà, «está yendo bastante bien, pero aún es muy prematuro, justo terminamos de arrancar. El auténtico movimiento en ventanilla comenzará desde septiembre y no se formarán colas hasta noviembre o diciembre, ciertas semanas antes del sorteo, que es en el momento en que las compras se vuelven mucho más masivas». «El cliente frecuente, el de aquí, acostumbra aguardar en el final a menos que desee los décimos para intercambiarlos con la familia o amigos en vacaciones», detalla.

El tirón de Reus sigue vigente. «Se pasó de no haber dado nada jamás a que saliesen seguidos los premios de El Cachirulo y también Indústries Teixidó, que no es una cosa habitual», recuerda el gestor de La Pastoreta. Y señala que «la resaca de los primeros premios dura un año, que es el tiempo en que continúa en la memoria colectiva» y después viene «el trabajo incesante para continuar ahí». De este modo, «en 2022 hubo un repunte que aguardamos que se repita, pero es dependiente de varios causantes».

¿Influye la coyuntura económica en la demanda de décimos del Gordito? «Afirmaría que, si hay alegría económica, se vende con mucho más soltura. Pero, en el momento en que hay crisis, la multitud asimismo busca en esto un cobijo, una solución. Prácticamente todo el planeta arrastra algún décimo o alguna participación, o aun se la obsequian, y es extraño que alguien se quede sin jugar», precisa Bausà.

Lo fuerte, desde septiembre

Las buenas experiencias iniciales las distribuyen en la administración número 5, en el Raval del Pallol, donde comentan que «la multitud está en la costa pero bueno, aquí se marcha vendiendo y está bastante bien. Si bien en el mes de septiembre es en el momento en que va a ser lo fuerte, no es que en este momento no se venda». Y en la administración número 9, en el Carrilet, asimismo «comenzaron ahora a salir décimos. Viene muchas personas preguntando, como otros años».

Entre los números mucho más buscados, como es recurrente, aparecen las terminaciones en 23, coincidiendo con el año en curso, y «asimismo el 13 o el 69». Que toquen o no «es fruto de la al azar» y «cae mucho más donde mucho más se vende», apunta Bausà.

La inercia del Gordito de 2019, que desató la euforia en El Cachirulo, y el de 2020, en Indústries Teixidó, lanzó a Reus como una localidad con suerte. Desde ese momento, la ilusión de la Lotería de navidad ha desembocado en un aumento de ventas de las gestiones locales.